El Tigrillo presenta su nuevo y atrevido menú de Negronis, Martinis y Champaña

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El buen cachorro del tigre: El Tigrillo. Una experiencia sexy de coctelería y bocadillos, discretamente escondida bajo las escaleras de su padre, El Tigre Silencioso. Pequeño, sí, pero no por ello menos salvaje. Este íntimo proyecto en las entrañas de la casona de Colima 159 lanza su nueva carta sostenida por una trinidad irresistible: Champagne, Martini y Negroni.

Y esto es lo que sucede cuando la coctelería toma un clásico y le da un giro atrevido.

Daniela D’Acosta, socia y directora de bebidas, esgrima una carta de cocteles que el paladar de propios y extraños tiene bien ensayados, pero con variaciones atrevidas y que transmiten su influencia bajacaliforniana: sabores marinos que podemos encontrar en su Martini de Algas que evoluciona al sumergirse su salmuera de alga Kombu y Wakame dentro de licor, o su Negroni Sbagliato con un Pet Nat de la casa producido en la región de la Baja.

Mención aparte se lleva el Martini de Bergamota, con notas cítricas que alzan su composición de Vermut y Gin. Esta propuestas se complementa con nueve propuestas de Martinis y ocho de Negronis que por su supuesto cuenta con sus versiones clásicas.

Un menú enfocado al confort

El Champagne no se queda atrás y El Tigrillo ofrece seis opciones diferentes y tres espumosos invitados, destacando su Drappier y Ruppert Leroy, una refrescante propuesta que se complementa magistralmente con su sólida coctelería.

En cuanto a la cocina: Ikura, hueva de trucha y caviar: tentempiés ideales para un maridaje confortable, acompañados de delicados complementos como crema caída, cebollín, chips de papa, crema de eneldo, huevo de codorniz y blinis.También sorprenden la textura sutil de los Shishitos Toreados y las Aceitunas con Queso Ramonetti.

Y no puede dejar de mencionarse la exquisita Tostada de Trucha ni la generosa Slider de Wagyu.

El Tigrillo es un espacio discreto y acogedor, íntimo, ideal para una cita en pareja o una petit comité con amigos después del trabajo, hay que destacar la propuesta arquitectónica, en la que se resume el máximo de contenido en el mínimo de espacio, donde la suntuosidad de su carta hace de El Tigrillo un bar alternativo que debería ser visitado al menos una vez en esta vida.

📍 Colima 159, Roma Norte, CDMX
(debajo de El Tigre Silencioso)
👉🏻 @el_tigrillo__

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